Parador de Monforte de Lemos - Monforte de Lemos, Lugo

Elwe S. I.

En general, satisfechos, pero no sobresale con respecto a otros de su categoría como Santo Estevo, Jaen, Lorca, Alarcón. Es la primera vez que noto diferencia de trato con respecto a otros huéspedes. Creo que fuimos muy correctos, pues no nos quejamos de nada y siempre somos agradecidos, pero nos trataban con cierta brusquedad en el desayuno y con otros huéspedes se esmeraban mucho más en el trato. A todos les ofrecían al plato caliente a la carta menos a nosotros, aún siendo amigos de paradores y visitándolos con bastante frecuencia. Lo máximo que nos dijeron fue: Buenos días habitación? y con tono brusco. En las mesas contiguas les daban la bienvenida, se interesaban por si les gustaba, a una mesa les trajeron cava, se despedían amablemente... Concretamente, a mi me hicieron firmar el ticket por anticipado antes de desayunar el primer día.

RCM

Es una tomadura de pelo la restauración. Pedimos una tabla de quesos y ninguno de ellos era el que aparecía en la carta. Hacen muy poco favor a los quesos locales y regionales y si no tienes ni idea (no es nuestro caso) piensas que son los que te dan. Por cierto, uno de ellos te dicen al quejarte que es Manchego y tampoco lo es. En fin... una absoluta falta de profesionalidad y una falta de respeto al cliente.

mikel L.

El parador es increíble. Un antiguo convento con mucha historia y reformado de manera exquisita. Todo el servicio super amable. Recomiendo este parador porque me parece uno de los mas bonitos de España y la zona es increíble.

Miguel A. G.

El parador ofrece un nivel de limpieza y confort elevados; el claustro con su aljibe central es hermoso, una lástima que en esta época del año no se pueda acceder a él. La habitación, tipo dúplex, era amplia y cómoda. No hice uso del restaurante.

JESÚS B. M.

Nuestra estancia en el Parador de Monforte de Lemos fue, en líneas generales, una experiencia muy gratificante. Uno de los aspectos más destacados de nuestra visita fue, sin duda, la impresionante belleza del edificio, que se encuentra enclavado en un antiguo monasterio. Este entorno histórico le otorga al parador un carácter único, con su arquitectura que combina elementos medievales y renacentistas, creando un ambiente que invita a la contemplación y la relajación.

La ubicación del parador es otro de sus puntos fuertes. Situado a poca distancia del centro de Monforte, es posible explorar la ciudad a pie, lo que resulta muy conveniente para aquellos que desean sumergirse en la cultura local sin necesidad de utilizar el coche. Además, contar con la posibilidad de aparcar gratis junto al parador es un gran alivio, especialmente en una zona donde el estacionamiento puede ser complicado.

En cuanto al desayuno, aunque no se puede considerar el mejor en el que hemos estado, cumple con las expectativas de cualquier viajero. La variedad de opciones es suficiente para comenzar el día con energía, y la calidad de los productos es adecuada. En resumen, el Parador de Monforte de Lemos es un lugar donde la historia, la comodidad y la conveniencia se entrelazan, haciendo de la estancia una experiencia memorable. Sin duda, recomendaría este parador a quienes busquen un refugio acogedor en un entorno cautivador.

Jose L. S.

Este Parador, se ubica en un monasterio benedictino del siglo XVII, siendo una joya en si mismo, pero que además por su ubicación en el punto más alto de Monforte de Lemos, nos ofrece unas vistas inigualables de la villa.|La habitación amplia y confortable y las camas cómodas.|El desayuno magnífico con producto de primera, zumo natural y preparación de platos calientes al momento.|Un lugar ideal para acercarse a los muchos miradores del Cañón del Sil que están a pocos kilómetros

Francisco L.

Nos alojamos en Monforte de Lemos en un hotel y subimos a ver el Parador y sus vistas, un espectáculo. Además al lado está la torre del Homenaje que también visitamos. Es maravilloso poder disfrutar de estas construcciones. Muy recomendable subir para ver el atardecer.

Marta P. M.

Es una lástima que este edificio esté tan mal cuidado cuando podría ser espectacular. Desde sillones con los trozos de telas rasgados, a la puerta del ascensor sucia, las instalaciones bastante anticuadas. El aire acondicionado por la noche suena como si tuvieras a un tractor labrando fuera. Pero lo peor sin duda, los camareros. Trato como no he visto antes, le faltó tirarnos la comida desde lejos por la noche. Por la mañana vamos 4 a desayunar y nos ponen en una mesa preparada para dos y no aparece por allí ni dios, por lo que aburridos tuvimos que levantarnos a buscar tazas, cubiertos y servilletas de otra mesa. Lo mismo para pedir un desayuno caliente, levantarnos para buscar a la camarera cuando parte ya había terminado de desayunar. Se ve que hay poca gente para mucho trabajo y están quemados. Si vienes por esta zona sin dudarlo ve al Monasterio de Santo Estevo, evita este.