La Figal - Madrid

Alán G. M.

Al llegar al lugar se me hizo un bar como cualquier otro.
Luego al subir la escalera y andar por un pasillo largo llegamos a un salón con muy buena vibra madrileña.

El menú del día fue espectacular, excelente precio calidad.

Sangstar

Siempre había querido venir a La Figal.
Al principio nos dieron un cuchillo sucio y una carta con precios distintos,
aunque lo solucionaron con una disculpa sincera.

Pedimos el chuleton (medium rare), pero algunas partes estaban demasiado hechas y otras tan crudas que un veterinario con experiencia podría haber revivido a la vaca.
Creo que habría mejorado si la carne hubiese reposado unos minutos tras la cocción.

El bacalao estaba muy bueno.
Tenía muchas expectativas con este sitio, así que me he quedado un poco decepcionado

Iván H.

Restaurante cerca de Moncloa, sitio de toda la vida donde se puede degustar comida casera.
Tenéis menús del día y fines de semana.
Nosotros ese día nos decantamos por pedir de la carta.
Todo elaborado en el momento, el personal te atiende rápido y todo muy correcto.

Óscar L.

Fantástico restaurante en Argüelles, después de desayunar dos días seguidos escuché que hoy era el día de cocido madrileño en el menú y a la hora que tocaba me presenté, un menú a la vieja usanza, tres primeros y tres segundos para dejar el estomago lleno y contento, entre ellos el cocido. el servicio es rápido y atento pero el ritmo es frenético ya que hay mucha demanda, tuve suerte y no esperé mucho.
Relación calidad precio es excelente, totalmente recomendable.

Stefania P.

Fui a este restaurante por invitación y pedí el menú del día. El local cuenta con una barra, mesas cerca de la misma, y dos salones con mesas para comer más adentro, cruzando un pasillo de espejos. Desde el momento en que llegas, el camarero te recibe, le indicas el número de personas, y rápidamente te asigna una mesa.

La atención es extremadamente rápida. Nada más sentarnos, el camarero nos explicó las opciones de primeros y nos preguntó por la bebida. De primero pedí arroz a la cubana; aunque no tengo foto porque en cuanto lo sirvieron empecé a comer, puedo decir que la cantidad era generosa. De segundo, un plato de pescado con patatas panaderas, acompañado de pan. Como postre, un yogurt especial con ralladura de limón, que resultó muy refrescante y delicioso.

En general, el lugar ofrece una buena cantidad de comida, una variedad de opciones, y todo a un precio razonable. Sin duda, lo que más me sorprendió fue la rapidez del servicio, ideal para quienes tienen poco tiempo durante el almuerzo y no quieren esperar demasiado.

Javier S. (.

Fuimos a comer y nos atendieron rápido, pero solo nos ofrecieron el menú del día (supongo que porque habría que gastarlo).
El salmorejo estaba bastante bueno he de decir.
El segundo plato, el lomo, si se lo doy a mi perro me pega con él, duro y lleno de aceite, con las patatas totalmente amarillas del aceite, menos mal que fui con hambre.
El flan he de decir que bastante bien.

Rafael G.

Casa de comidas de las de antes, con personal auténtico, diligente y eficiente. Menú del día solvente, tiempos de espera ridículamente pequeños, y clientela de toda la vida. Es una pena ver cómo este tipo de establecimientos van desapareciendo de las grandes ciudades.

Menú contundente, español, con raciones muy generosas. Además, acompaña el precio.

Lo recomiendo para aquellas personas que estén buscando un buen restaurante, con su bar-cafetería separada, sin buscar sofisticación pero sí un buen hacer de los de antes.

Elisa F.

Un restaurante de toda la vida en el barrio de Argüelles. En frente de el Corte inglés. De esos que no cambian y mejor que sigan así. Con barra y restaurante interior. Con manteles de tela. El servicio inmejorable. Muy familiar. La comida casera, sabrosa y contundente. Menú del día por 15€. Con platos de paella y ensaladas que ya con el primero te quedas a gusto. Segundos para los más hambrientos tipo codillo a la gallega, albóndigas o algún pescado. Las patatas cocidas exquisitas. Los postres muchos para elegir desde fruta de temporada hasta helados o tarta De Santiago. A partir de ahora un bar restaurante de cabecera para mi familia. Con las tres B en mayúsculas. BBB