La Cabanya del Mir - Santa Maria de Besora, Barcelona

Veinticinco M. P.

La Cabanya del Mir es un encantador restaurante de gestión familiar situado en Santa María de Besora, en la comarca de Osona, Cataluña. Ubicado en una masía tradicional catalana, el establecimiento ofrece un ambiente rústico y acogedor, complementado por dos chimeneas que crean una atmósfera cálida durante todo el año.

La especialidad de la casa es la cocina casera catalana, destacando platos como la cola de buey y el tuétano de res. Además, es común que el vino se sirva en porrón, una tradición catalana que añade autenticidad a la experiencia gastronómica. Los comensales también pueden disfrutar de moscatel servido en porrón.

Es importante mencionar que, debido a la popularidad del restaurante y su carácter familiar, el servicio puede verse afectado en momentos de alta afluencia. Algunas reseñas señalan que, cuando el restaurante está lleno, especialmente con grupos grandes, el personal puede verse desbordado, lo que puede afectar la rapidez del servicio. Sin embargo, la calidad y el sabor de la comida suelen compensar cualquier posible demora. Se recomienda realizar una reserva previa, especialmente los fines de semana, para garantizar una experiencia más fluida.

La ubicación del restaurante es estratégica para los amantes de la naturaleza. Desde La Cabanya del Mir parte una ruta de senderismo que lleva al Salt del Mir, una impresionante cascada de aproximadamente 20 metros de altura. El recorrido es de unos 20 minutos de ida y otros 20 de vuelta, atravesando paisajes naturales que invitan a la relajación y al disfrute del entorno.

En cuanto a las instalaciones, el restaurante cuenta con estacionamiento gratuito para los clientes. Sin embargo, algunos visitantes han señalado que el aparcamiento puede ser limitado en días concurridos, por lo que es aconsejable llegar con tiempo.

En resumen, La Cabanya del Mir ofrece una experiencia gastronómica auténtica en un entorno natural privilegiado. A pesar de posibles demoras en el servicio durante momentos de alta demanda, la calidad de la comida y el ambiente acogedor hacen que la visita valga la pena.

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Alexander S.

Como ya se ha indicado en las otras reseñas, todas las ventajas de este restaurante (una vista bonita, la ubicación al lado del inicio de una pista, platos de la cocina local o incluso carne de caza) se cancelan por el malísimo servicio que tienen. Te hacen sentir que estás invadiendo su espacio o por lo menos te ignoran: pedir un café al bar es un proceso de 10 minutos, pedir la factura final de la comida 15 minutos. Además, te intentan engañar con la factura: traen el pan sin pedir y te lo facturan después, así que te facturan los cubiertos como si estuviésemos al centro turístico de Venecia. Para resumir, cualquier otro restaurante que se abra al lado hará competencia a este sin moverse el dedo.

Montse B.

La calidad y la atención es de 10. Cocina tradicional de masia. Mejor reservar. Terraza exterior para picar algo. Dos plantas.

Carlos

Comida casera y muy sabrosa. Todos los platos fueron excelentes. Trinxat con una cansalada bien hermosa, además de llevar trozos también (pocos lugares le dan la importancia), albóndigas excelentes, flan de mato de escándalo, crema catalana riquísima y un trato muy cercano y familiar. Sin duda repetiremos cuándo tengamos la oportunidad

D S.

Super recomendable, masía original con comida auténtica y excepcional
Repetiremos una y otra vez seguro

Sergio M.

Llevo 30 minutos esperando a que se dignen a ponerme un mantel siquiera, ya ni hablemos de la carta o comer. Han llegado varios después de mí, que ya van por el segundo y a mí ni me miran. Marcho sin comer, y obviamente no volveré jamás por aquí. Donde no te quieran atender, no vuelvas nunca más. Primera y última experiencia. Marcho aburrido de esperar y sin ser atendido. La foto de la mesa, tal como llegué, tal como marché, ninguna diferencia

Gisele F.

La Sido una experiència agridulce.
La mujer de pelo rizado es muy ella.
No sé si és por que estan en un pueblo un tienen diferente manera de tractar al clientes .
Teniamos reserva a las 14:30 y gasta las 15:15 no nos dieron mesa ni nos atendio.
La carta muy corta però Todó muy buenoooo y casero .....
Felicitar a los camareros chicos por su trato de cercania de amabilidad y de resulutiva .
El chico mas Mayor el mejor .....de cara al publico.
Està claro que la manera de tratar al cliente viene de si té gusta lo que haces.

Esemef S.

Un típico Más Catalán en medio de ninguna parte, entorno natural y precioso, con la atracción del Salto del Mir, un salto de agua natural algo más que espectacular.
El restaurante es un Mas antiguo, pero bien cuidado, siempre está hasta arriba de gente bien sea almorzando o comiendo, siendo parada obligatoria de ciclistas y moteros de paso en sus rutas montañeras.
No hay ni lujos ni estridencias, el lujo es el lugar y el entorno.
No hay una gran carta, son todo platos típicos catalanes de la iaia, y algunos típicos que encontraremos en cualquier carta.
La comida es buena, muy buena y el precio económico más de lo normal, un buen lugar donde pasar un buen día y comer bien, con un servicio atento pero con demasiada faena como para perder el tiempo, el sitio está hasta la bandera a cualquier hora. Encantador y para tenerlo siempre en nuestra agenda volveremos