Dos Chata - Cangas, Pontevedra

maria R.

Fuimos a comer 5 personas, una con movilidad reducida. La atención del
Personal ha sido en todo momento excepcional, comimos genial , la carta es variada y todo lo que probamos nos encantó.Si tengo que destacar algo , los postres , riquísimos. Si estuviera más cerca de mi casa me convertiría en habitual. Felicitar a todos por la atención.

Pilar B.

No pongo más nota por qué no se puede. En primer lugar el trato, es inmejorable, todo el servicio es espectacular, desde que entramos por la puerta (y sin reserva) nos trataron maravillosamente. Después la comida era una pasada, cada plato más bueno que el anterior, el pulpo con tetilla… el mejor pulpo que he probado en mi vida. Lo recomendamos totalmente, una pena descubrirlo nuestra última noche en Cangas porque volveríamos sin duda. E insisto, no recuerdo la última vez que me trataron tan bien en un sitio, son unas mujeres maravillosas. Especialmente la responsable del establecimiento. Gracias

José M. L. L.

Cenamos en terraza con vistas al puerto
Comimos salpicón de marisco , navajas a la plancha y pulpo con queso de tetilla.
Todo exquisito con muy buen sabor.
El servicio expectacular, mucha simpatía y profesionalidad .
Sin duda, repetiremos .
Gracias.

Alberto M. B.

Hemos venido un par de veces a este lugar y solo tenemos elogios y agradecimiento. El pulpo con queso de tetilla, las zamburiñas, el bacalao , lubina fuera de carta, los postres: tarta de pantera rosa, filloas con nata y chocolate, tarta de zanahoria... Todo sencillamente insuperable. Me gusta reseñar por lo general sólo lo que agradezco, y aquí también el ambiente, el trato respetuoso pero familiar, todo excelente. Un lugar en el que repetir siempre sin duda. Esperamos visitar sin falta el lugar siempre que vengamos a Galicia.

Marta S. C.

Comida espectacular, pero ojalá poder ponerle mil estrellas más al servicio. No sé su nombre, pero la camarera que nos atendió es un auténtico ser de luz.

Respecto la comida, tanto la ensalada de tomate con burrata, que fue un 10 (con dos sorprendentes bolas de helado de tomate), como las zamburiñas jugosas y sabrosas, fueron buenísimas. No obstante, nos acabamos de quitar el sombrero con el pulpo y queso de tetilla fundido.

Con mi pareja vivimos en Barcelona, pero nos hemos prometido volver a vivir esta pedazo de experiencia gastronómica y humana.
Como nos ha dicho la camarera al marchar, “a disfrutar de la vida!!”

Antía S.

Hemos pedido pulpo, calamares, gambas al ajillo y revuelto de grelos, tetilla y gambas. Todo estaba muy rico, las camareras excepcionales y el sitio precioso. Es preferible ir con reserva.

aitana H.

Fuimos recomendados y, aunque no teníamos reserva, nos consiguieron una mesa sin problema. Aun así, mejor reservar porque se suele llenar, y con razón. El trato de todas las camareras fue increíble, muy majas y atentas en todo momento.
Y qué decir de la comida… simplemente espectacular. Pedimos la ensalada de burrata con tomate, volandeiras a la plancha y el pulpo con queso tetilla. Todo estaba de diez, sabores muy cuidados y producto de calidad. Sin duda, uno de los mejores sitios en los que hemos comido últimamente. ¡Volveremos seguro!

Raquel R. A.

Fuimos a cenar un viernes… nos gustó y repetimos el sábado.

El primer día cenamos en terraza, con unas vistas preciosas al puerto de Cangas. El trato inmejorable, incluso el detalle de “te pongo una silla para que no dejes el bolso en el suelo”. Pedimos el jamón ibérico que estaba buenísimo, cortado a cuchillo al momento (pese a estar en terraza lo vimos) y con un tamaño más que correcto (aunque de lo bueno que estaba daban ganas de pedirles que no pararan de cortar). Pedimos también una de calamares y un revuelto de gulas y gambas, todo ello muy rico. Acompañamos todo con una botella de vino. No tuvimos hueco para el postre.

El segundo día, con todo lleno hasta la bandera y todos los camareros sin parar, nos hicieron hueco dentro. El local súper limpio y bien cuidado, lógicamente las vistas de la terraza no las teníamos como la noche anterior, pero aún así el ambiente era agradable.
Esta vez pedimos la cecina de wagyu que estaba rica, las croquetas mixtas (muy buenas las de choco, pero las de jamón eran otro nivel) y las gambas al ajillo que era aquello una delicia. Esta vez si dejamos hueco para el postre, pedimos el coulant que estaba muy rico pero se nos hizo raro que viniera en vaso y la tarta de pantera rosa que de sabor estaba muy lograda pero que de tamaño era demasiado grande (quizás con solo un postre nos hubiera llegado). A mayores los cafés.

A destacar el maravilloso trato del personal (de la jefa en especial). Precio correcto y acorde a lo que ofrecen (salimos por 70-75€ la noche, 2 personas). Sitio para repetir