Bar Entre Cáceres y Badajoz - Madrid, Salamanca

Guillermo F.

Un sitio típico de la zona de Fuente del Berro para tomar algo, comer o cenar. Por norma general las tapas sierpe han estado muy bien y las raciones también, pero bien es verdad que el último día que fuimos nos dio la sensación de que había bajado un poco la cantidad por el precio que tienen los platos, quizá sea cosa nuestra. Está bien en cualquier caso.

María S.

Sitio tranquilo para tomar algo. Con 1 vino y 3 cervezas nos pusieron gratis un plato de patatas cocidas con cebolla, pero estaban algo duras. No se notaba mucho calor para una mañana fría. En favor del local y el camarero diré que entró una señora pidiendo algo de comida que les sobrara y le dio un croissant, un detalle de buen gusto.

Dheivy S.

Desde el momento en que cruzamos la puerta, supimos que estábamos en un lugar especial. El ambiente es acogedor, con una mezcla perfecta de tradición y modernidad. La atención del personal es impecable: amables, atentos y con un conocimiento profundo de la carta, siempre dispuestos a recomendar lo mejor según nuestros gustos.

La comida… ¡qué maravilla! Cada plato es una explosión de sabor, con ingredientes frescos y de calidad. Se nota el cariño y la dedicación en cada preparación. Probamos el cordero, que estaba tierno y jugoso, acompañado de un vino espectacular que nos recomendaron. Pero si hay algo que no podemos dejar de mencionar es el rabo de toro… ¡simplemente impresionante! Meloso, con un sabor profundo y una salsa de esas que invitan a mojar pan hasta la última gota.

Y para cerrar con broche de oro, los postres: la tarta de queso nos dejó sin palabras. Sin duda, un sitio al que volveremos, porque lugares así, donde la gastronomía se convierte en arte y la hospitalidad en una experiencia, merecen ser visitados una y otra vez. ¡Gracias por hacernos sentir como en casa!

Luis L.

Buena atención por parte del servicio.
Las raciones estaban buenas, pero escasas y caras.
Parecía un lugar limpio y aseado, ya que se veía con buen aspecto, pero una mano de pintura no tapa los defectos.
Invitados con varias patas y de pequeño tamaño (cucarachas) por el local. "Hay que limpiar y desinfectar"
Estuvimos sentados debajo de la cabeza de un toro de lidia, del cual salían los animalitos que tuvimos que ir eliminando.
El dueño o encargado en frente, pero sin percatarse de lo que sucedia, había que estar pendiente de otras cosas.
Por mi parte no lo recomiendo por lo escueto de las raciones, pero sobre todo por, los visitantes de varias patas que denotan falta de higiene.
Nos gastamos 190€, en hora y media que estuvimos 8 personas, de las cuales 3 eran niños.

Ancor M. A.

Sitio excepcional para comer o cenar. Las tapas eran generosas y muy buenas. Unos camareros muy amables y atentos. A pesar de vivir en Zaragoza estoy seguro de querer volver a comer en cuanto tenga la oportunidad de volver a Madrid.

Diplodocus I.

Excelente aperitivo en esta taberna. Buen vermú, tapa consecuente y pincho de tortilla melosa, todo a buen precio.

DeCabeza C.

Ya no es lo que era. Por lo visto ha cambiado la propiedad y se nota... En lo precios, en qué ya no se sirven cañas, sólo dobles y en la cantidad de las tapas. Antes podías cenar a base de cañas, ahora simplemente no. Si conocías este mítico bar de antes, ahora te llevarás una decepción.

Daniel O.

Sitio de enterismo por Madrid. Bar que te acerca a la tierra, para sentir el abrazo cálido de una nostalgia que invade el corazón de quien lee su letrero al entrar.

Vermut de grifo, tapitas del sur, toros en la pared, conversaciones que fluyen como el tirador de cerveza.

Buen ambiente, no te olvides de traer una buena compañía