El Harreñal - San Pedro de Latarce, Valladolid

Edu R.

Ya no merece la pena. Este sitio siempre fue una gran parada a pocos km de la A6. También haciendo el camino De Santiago del sureste la mejor opción para los peregrinos. No sé qué ha pasado pero ahora no hay carta más que 8 platos random a un precio poco comprensible. Una pena…

Eva M. M.

El personal agradable.
No hay menú de fin de semana, sólo nos dieron una hoja manuscrita con unos 8 platos de la carta (ninguno para niños, les pusieron patatas y huevos por petición nuestra) y sólo un postre (mouse de limón presentada en la cáscara de medio limón). La comida estaba rica pero es caro para la cantidad que te ponen.

Alvaro R. P.

Un gran descubrimiento! Fui a comer con un amigo de San Pedro, que me dejó claro que no había que irse muy lejos para comer bien...y no se equivocaba! Sitio recomendadisimo tanto por lo bien que se come, como por el precio y trato recibido por todos, en especial Manolo (trato familiar, cercano y agradable).
Después de probar sitios de este estilo, te das cuenta de lo que vale un restaurante de pueblo...mil veces mejor que uno de carretera! Merece la pena desviarte de la autovía y hacer parada en San Pedro de Latarce!
Muchas gracias por todo!

Maripaz S.

Lugar con encanto, comida deliciosa y el camarero muy atento y amable. Súper recomendable. El menú del día son 12€ y merece la pena, los platos son generosos y están muy buenos.

Gearoid E.

La lámpara no era real:

El 29 de Junio de 2025 tuvimos una experiencia surrealista. Decidimos entrar por las buenas reseñas del local. Sin embargo, todo parecía raro incluso antes de entrar. La puerta estaba cerrada. Nos internamos, había un silencio incómodo, un murmullo de los parroquianos. Los comensales a nuestro alrededor intectuaban con frases repetitivas, ni siquiera se respondían entre ellos. Sus miradas, a menudo perdidas, nunca aterrizaban en ojo ajeno.

Después de varios intentos para que nuestra presencia se hiciera de notar, conseguimos establecer contancto pero parecíamos no hablar el mismo idioma. Entre balbuceos solo pudimos entender una frase: "Usted dirá." El camarero tenía dos hijas con un rumbo fijo, establecido por una fuerza ajena a ella, parecían marionetas. En un atisbo de conciencia el camarero principal consiguió ofrecernos las coca-colas que pedimos. Hubieron varios intentos de abrir las chapas, pero sus manos fallaban en una especie de glitch. La luz tenue, entre penumbras, no acompañaba a la situación.

Lo realmente perturbante fue al pedir la comida: miradas nerviosas. Cuando pedimos la carta, una de las hijas que estaba en bucle abandonó su recorrido habitual para escribir una carta inventada, en la cual ninguno de los platos estaba disponible o cuyo precio era desorbitado (¿pudieran ser pesetas?).

Nos indican que si queriamos consumir alguno de los platos agotados debíamos pasar imperiosamente al comedor. Pero curiosa sorpresa, al entrar el ambiente sufrió un cambio. Nuestras espaldas se erizaron. En contraste con la barra, el comedor era muy luminoso, los colores eran saturados y habia una temperatura agradable y las ventanas estaban atornilladas a unas rejas de color verde hoja. Al final de este salón había una familia. Un matrimonio y dos hijos, niño y niña. La madre que quería alimentarlos de una ensalada de tomate de la que no paraban de hablar pero que no disponian. El padre se encontraba en un trance en el que el camarero le traia dos trozos de pan húmedo que traía y volvía, antes de siquiera tener las bebidas sobre la mesa.

De repente el camarero dejó de servirles el pan. Pudimos observar como una lágrima brotaba de los ojos de la hija menor de la familia. Creímos escuchar "ayuda". Nos miramos entre nosotros, y decidimos salir. La expresión de los camareros denotaba que no querían que abandonaramos el establecimiento, aunque había cierta impasivilidad. Conseguimos salir. Todo seguía igual, los platos, los comensales, el murmullo... estaba todo en su sitio. Un bucle. Un bucle espantoso.

Aun seguimos dudando si la experiencia fue real o no. ¿Es el Harreñal un desdoble en el espacio tiempo?

Natacha T.

De viaje hacía Malaga decidimos comer aquí. Puede parecer que habeis hecho mala elección. Por que está apartado de la autovía y metido en un pueblo que seguramente tenga muy pocos habitantes.
Pero el restaurante es muy bonito. Tiene una terraza y el camarero te lleva al comedor. En la entrada estaban reunidos los hombres del pueblo por lo que al principio no nos gustó mucho. Pero dentro ha sido maravilloso. El camarero (dueño) creemos, super cercano y chicharrachero con nosotros.

Carlos I. R. F.

Un lugar en el que parar por el buen trato, la comodidad y la buena comida. Había de menú Sopa castellana, Potaje o Ensalada; y Lomo, Churrasco de ternera o Pechuga de pollo. Postre, café.
El servicio fue rápido, en 45 min estábamos preparados para seguir la ruta.
Será un punto a tener en cuenta si la hora de comer coincide por esta altura de la A6

Castle_cohousing

Tomamos unas tosta de salmón y de queso cabra caramelizada.Somos de Villavellid y salimos encantados.Seguro que volveremos como MC Arthur y probaremos a comer el menú.Totalmente recomendable .Os seguiremos contando