Cafetería Monte-Sion - Sevilla, Sevilla

Pilar C.

Desayuno agradable en este bar del barrio. Muy bien atendidos y aconsejados por el personal. Los bocadillos de jamón serrano con tomate deliciosos. Muy buena relación calidad-precio. Totalmente recomendable para empezar la mañana.

Pablo

Señora, el animal al que alude en su comentario para insultarme, es más apropiado para definir a una persona que no mantiene los urinarios de su establecimiento en perfectas condiciones de higiene, de tal manera que un cliente pueda agarrar el picaporte de la puerta y cerrarla completamente sin quedarse las manos pegadas en él, por no hablar del fuerte olor a orines que de allí emanaba.

En mi caso, le pido mil disculpas, pero fue imposible cerrar la puerta del baño de su establecimiento porque el picaporte estaba lleno de suciedad, y para evitar tener contacto con el mismo, y minimizar el intenso olor a orines, me vi obligado a encajar y no cerrar dicha puerta para que hubise cierta ventilación.

Siento que usted, desde la barra, no tuviese otra cosa que hacer que centrar su mirada hacia cualquier recoveco de la puerta que le permitiese tener una visión clara del acto de orinar, e ahí su frustración e indignación al no poder contemplar nada, ya que era imposible desde su posición respecto al baño,  pues el inodoro está instalado en la pared de enfrente con respecto a la puerta, separada esta del salón con una pantalla de celosía inclusive, perpendicular a la barra, donde usted estaba situada, y donde la única visión posible y forzada por su parte, sería a duras penas, la de mi espalda, por lo que dudo que su argumento tenga verosimilitud.

Creo sinceramente que su problema está ligado en algo personal, causado quizas por carencias afectivas de diversa índole, que le provocan a usted un trato al cliente desfavorable,  apático y negativo.

Haga usted el intento de leer en esta plataforma las experiencias negativas de otros clientes con respecto a su comportamiento, que no son pocas, y reflexione sobre ello.

Madu

Fuimos a desayunar y tras ver las tortillas y que las hacían en el momento con huevos naturales supimos lo que debíamos pedir. Todo un acierto y a un precio muy razonable. El camarero que nos atendió también nos recomendó muy amablemente unos dulces artesanos que nos llevamos. Muy buenas sus palmeras y sultanas. Volveremos sin duda.

Daniel G.

Tal y como ya han dejado en varias reseñas, el servicio es lamentable.
Soy vecino del barrio, y he ido muchas veces, y el trato que vi de los camareros es lamentable, especialmente la camarera morena/castaña.
Fue grosera, irónica, altiva y plantando cara a un cliente delante mía y delante del resto de clientes, cuando encima ese cliente llevaba toda la razón.
El mal trato recibido a esa persona fue lamentable.
Han perdido un cliente más en el barrio, no pienso volver.
Cómo es lógico solo hace falta leer varias reseñas, para darse cuenta que ese cliente al que han tratado mal, no ha sido el único.
Cuando hay varias personas que opinan mal sobre el servicio recibido, es evidente que algo falla en esos trabajadores y en su gerente, por permitir ese mal servicio.
De los peores servicios de camareros que he visto en mi vida.
Recomiendo no ir.

Carolina R. R.

Las mejores palmeras de toda Sevilla!! Y los mejores cafés también. Buen servicio y una cafetería muy acogedora, en el centro de Sevilla. Volveremos a repetir sin duda.

Jose M. M. G.

Entiendo que será un bar de barrio pero me parece excesivo 6,40 por un colacao pequeño y un mollete que se supone que era la entera y era pequeño con 3 lonchas de carne mechada super fina y una loncha de queso. Desayuno en muchos bares ya que trabajo en la calle y lo normal es que el precio sea sobre 4 euros y con una tostada más grande y/o bastante más cargada y la bebida algo más grande.

Julio C.

Un espectáculo. Me voy a pedir otra palmera de chocolate.

José ?. M. M.

Panadería, cafetería, bar, confitería... En plena calle Feria, coge su nombre de una parroquia cercana. En ella se elaboran algunos de los dulces y panes típicos sevillanos, ¡para chuparse los dedos!

El servicio es bueno y rápido, el personal es muy atento y amable y te hacen sentir uno más. Es un must que hay que visitar si estás por la zona de la Macarena y la calle Feria, el local está decorado con motivos religiosos y es frecuentado por los lugareños.

Una nota para la gente de fuera, en Sevilla se hace un café con leche especialmente fuerte, por eso te sirven un vaso de agua para enjuagarse después, en este local dispones de una jarra y varios vasos en la barra.