Lo Molí de les Nenes - Calaceite, Teruel

RAMÓN F.

Lo Molí de les Nenes: Un viaje culinario auténtico en Matarraña

Ubicado en la encantadora localidad de Calaceite, en el corazón del Matarraña, Lo Molí de les Nenes es un restaurante que apuesta firmemente por los productos de kilómetro cero y de temporada. Su propuesta gastronómica destaca no solo por la altísima calidad de los ingredientes, sino también por la cuidada elaboración de cada plato. Aquí, la cocina se adapta al ritmo de la naturaleza, ofreciendo lo mejor de cada estación con un respeto absoluto por el producto.

Desde el primer momento, el ambiente acogedor y el servicio cercano te hacen sentir como en casa. El equipo de sala no solo atiende con profesionalidad, sino que lo hace con auténtica pasión por la gastronomía, transmitiendo el deseo de que cada comensal disfrute al máximo de su experiencia.

La carta, en lugar de estar impresa, se presenta de una manera curiosa y original: en una gran pizarra detrás de la barra. Este detalle refuerza el carácter dinámico del restaurante, donde la oferta cambia según la disponibilidad de ingredientes frescos y de calidad.

En nuestra visita, comenzamos con las texturas de verduras, un plato sorprendente que, sin exagerar, ha sido una de las mejores preparaciones de verduras que hemos probado jamás. La combinación de coliflor, patata, boniato, capionabo, espinaca y pimiento resultó en un juego de sabores y texturas perfectamente equilibrado.

Continuamos con la caballa escabechada, una elaboración impecable donde el pescado estaba jugoso, bien fileteado y libre de espinas. Si bien la técnica era excelente, para nuestro gusto le faltaba un punto más de intensidad en el sabor del escabeche. Aun así, se trata de un plato de gran nivel.

Las carrilleras en salsa nos conquistaron con su ternura y jugosidad. La salsa, bien equilibrada, aportaba sabor sin resultar pesada, logrando una armonía perfecta en cada bocado.

En cuanto a la panceta a baja temperatura, es un plato ideal para quienes disfrutan de una textura untuosa y con presencia de grasa. En nuestro caso, nos pareció un poco demasiado grasa, pero eso no le restó mérito a su ejecución.

El gran momento de la noche llegó con el postre: una crema absolutamente extraordinaria. Su textura suave y deliciosa, combinada con el crujiente del azúcar quemado, recordaba a una crema catalana, pero con el toque especial de la calabaza que la hacía única. Fue, sin duda, uno de los mejores postres que hemos probado, y no pudimos evitar felicitar personalmente a la cocinera encargada de los postres por esta auténtica joya gastronómica.

Otro aspecto destacable es el precio, que resulta muy razonable considerando la calidad de los productos y el esmero en la elaboración de cada plato. La experiencia en Lo Molí de les Nenes va mucho más allá de una simple comida: es un homenaje al producto local, una muestra de cariño por la cocina bien hecha y una invitación a disfrutar con todos los sentidos.

En definitiva, este restaurante se ha consolidado como una referencia en la comarca del Matarraña y, sin duda, es uno de los mejores restaurantes de la zona. Un lugar imprescindible para quienes buscan autenticidad, calidad y hospitalidad en cada plato.

HORNET S.

Si hay un lugar que destacar en Calaceite, por su comida, su atención, y su precio, ... es este.
Dedicación, buen hacer, y una cocina diferente.
Hemos estado varios años aquí, en Calaceite, hay lugares de batalla, y de buen postín (...), algunos que se han creido genios, y han desaparecido.
Este ha abierto nuevamente, con el espíritu y la ilusión de antes, pero creo que con más ganas y simpatía para atender a todos .
Tiene una buena carta, y unos buenos precios, no es para no dejar pasar esta opción, que os recomendamos.
Hay cositas que mejorar, pero poco a poco con ganas se consigue.

Felicia M.

Hemos comido pero teníamos otras expectativas de los platos la verdad.Las raciones bastante pequeñas y traen todos los platos alavés.. claro ellos piensan que todo es de picar pero en realidad cuando hemos pedido panceta a baja temperatura (muy grasienta)y cabrito rebozado (realmente comes el rebozado porque carne no tienen)pensando que son segundos platos ,pero son tan pequeños que si valen como tapa ... El trata de la chica muy bueno y muy amable la verdad, incluso el plato que no nos gustó tuvo el detalle de no cobrarlo .

Xabi G.

Comida de Km 0, local bie preparada con color y sabor local muy agradable,buen ambiente.
Calaceite en un pueblo precioso que merece la pena visitar en unas horas

Marcos A.

Un local gastronómico destacable!
Comida con productos locales y de huerta con una excelente calidad. También tienen platos veganos. La camarera nos ha comentado que a diario cambian los platos que ofrecen. El servicio es muy atento y amable en todo momento. El ambiente de 10!

Toni Z.

Vi las reseñas y desconfié un poco de la manera de pedir. Al final fuimos, y...
Platos para compartir, todo de km0. En las pizarra tienen todo lo que tienen en ese momento, al ir acabándose, van tachando.
Caracoles picantes. Muy buenos y 🌶️. Platos de carpaccio de calabacín con queso de cabra. Uuuuuuna pasada. Y tabla de embutidos de la zona sorprende cuando vas comiendo y en los sabores descubres que llevan queso. Y por último... Y no menos espectacular helado de avellanas de Tarragona, con la sorpresa que lleva petazetas de chocolate!!!!
El servicio estupendo, siempre atentas que estés a gusto. Muy , muy profesional y todo con muy buen gusto.
Gracias por la experiencia "nenes".
También admiten "peludos". Aunque cuando estuve no había. Joc de cartes. Guanyeu segur.

Dan

Gran descubrimiento gastronómico en un pueblo con encanto especial. El menú va variando según los ingredientes que te dan de mercado. A destacar la textura de verduras que al parecer provienen de un proyecto de la zona.

La amabilidad y simpatía de quienes lo regentan te hacen sentir muy a gusto.

Parada obligada si estás de visita.

Iris

Visita obligada si estáis por Calaceite. Lo Molí de les Nenes tiene una carta de platillos para compartir que cambia según la disponibilidad diaria de productos locales y orgánicos. En cuanto entras te sientes como en casa, en familia, no solo por la amabilidad y hospitalidad de todo el personal que se preocupa por qué esté cómodo sino por el estilo de compartir platillos que contengan productos tan de casa. Se nota muchísimo el sabor de cada uno de ellos. Se trata de una oferta nada estrafalaria pero a la vez original de combinaciones sencillas de las que nunca has pensado. La decoración del lugar te transporta a una fábula de cuento y hasta el baño está decorado hasta el último detalle. Los quesos que usan complementan los platos de maravilla. El revuelto de longaniza y verduras estaba espectacular. Quizás el plato que no nos gustó tanto fueron los calamares al estilo thai pero creo que es pura preferencia por sabores más mediterráneos. De postres recomendamos el yogur con mermelada de temporada, qué sabor tan natural tenía el yogur. El cheesecake de piña estaba muy rico pero si no os gusta la forma no tradicional de comer tarta de queso (tipo mousse) o sabores muy intensos a queso, no os la recomendamos. Si de lo contrario, os gusta el sabor intenso a queso fuerte en una cheesecake, adelante! El café que es marca Criollo está buenísimo. En definitiva, al salir no sólo te vas con un estómago satisfecho sino también con la convicción de que el producto local y ecológico es salud y sabor. Además, la calidad-precio es de destacar, comimos 3 y salimos a aproximadamente 20 euros por cabeza con 5 platillos compartidos y un postre cada uno.