La Primera - Madrid, Madrid

Alberto L.

Fuimos a desayunar el pincho de tortilla con bonito y unos huevos revueltos con paletilla. El local es muy chulo en el número 1 de gran vía y los precios de los desayunos están muy bien. La tortilla y los huevos estaban buenos, no espectaculares pero sí ricos. Una pena que hubo confusión por parte del servicio y entre un desayuno y el otro tardaron 20 minutos cuando ya habían servido el primero.

Evelin Z.

El ambiente es espectacular además siempre está lleno y en movimiento.

Las veces que fui, no fue necesaria tener reserva, pero casi lo recomendaría, por si estás poco tiempo por Madrid, si tienes un café reunión con un cliente o una comida de negocio .

La atención es muy buena, a mí me tocó una camarera, que era súper amable.

La tortilla ,deliciosa, jugosa, en su punto.
Una Tortilla de calidad. Altamente recomendada.

Aparte de la tortilla tradicional, hay una tortilla, que es con bonito, ¡tienes que pedirla!

Calidad, atención y precio un 10.

Jose M. R. F.

Era el único que me quedaba por visitar del Grupo Cañadio. Supero mis expectativas.
Ubicado en Madrid, al inicio de la Gran Vía, en la primera planta del edificio Grassy, con unas maravillosas vistas.
En cuanto al menú, sigue el estilo del los del resto del grupo.
Las tortillas riquísimas.
Las rabas, lo mismo.
Los buñuelos de bacalao, riquísimos.
La pluma ibérica, igual.
Las tartas( La de queso y la de limón) buenísimas.
Y dejo para el final, un segundo plato “ Merluza de rula “ La he comido en todos los restaurantes del grupo y he de reconocer, que como en este, en ninguno de ellos. Felicidades. Es un restaurante para visitar y repetir.

Carlos A. R.

Restaurante de cocina cántabra en el centro de Madrid, ubicado en la primera planta del edificio Grassy y en el número 1 de la Gran Vía; de ahí, dicen, su nombre. Es el último restaurante puesto en marcha de los empresarios cántabros Paco Quirós y Carlos Crespo, también dueños en Madrid de La Maruca, La Bien Aparecida y Cañadío.
Como siempre pedimos unos entrantes para compartir y unos segundos para cada uno.
Rabas de Santander, unas espectaculares alcachofas y un tártaro de aguacate y salmón.

En los segundos probamos las tres maneras que tienen de cocinar las merluzas: meunière, al pil pil y tajada a la plancha; el cuarto plato fue un tártaro de novilla. En los postres no podía faltar la tarta de queso de Cañadío.

Lo mejor:
- Amabilidad y atención del encargado y de todo el servicio en general; muy pendientes pero sin llegar a agobiar. Muy rápidos y atentos.
- Calidad de los productos cocinados y muy correcta relación calidad/precio.
- Comer sobre una preciosa mesa de madera lacada y sin mantel; el reposa cubiertos es una pequeña pieza de mármol.
- Nos dejaron cambiar la mesa que nos habían reservado junto a la entrada y junto a la barra.
Como suponíamos era una zona más ruidosa y de paso del servicio y de clientes. Cambiamos a una mesa del salón circular. Todo un acierto y recomendable si queréis tener una comida
más tranquila.

A mejorar:
- Hacer la decoración de las paredes un poco más cálida. El gris de éstas, en el salón circular donde estuvimos, lo hacía un poco frío, demasiado sobrio. Y, quizás, falta un poco más de luz ambiental.
- Excesivo ruido de fondo en la zona de la barra.
- Creo que hay un estandard de 45cms de altura del asiento de las sillas de comedor; la sillas del comedor circular dónde estuvimos eran unos 10cms más bajas. Pasamos más de dos horas en este restaurante y, al final, las piernas se quejaron de estar en esta posición durante tanto rato. Pero, claro, eso pasa por lo estupendamente que nos encontrábamos en este restaurante.

*Reseña original dic2017

Stefany C.

Tuve una experiencia increíble
en este restaurante y sin duda lo recomendaría. Fueron muy flexibles con mi reserva, ya que llegamos tarde y, a pesar de ello, nos consiguieron una mesa rápidamente. Aunque el pincho de tortilla de patatas no estaba en la carta, definitivamente recomiendo preguntar por él; fue de mis favoritos en Madrid, con una textura y sabor excepcionales. Además, el personal fue muy amable y estuvo siempre pendiente de nuestras necesidades, desde rellenar nuestras copas hasta asegurarse de que estuviéramos cómodos. El servicio fue impecable. Sin duda, volveré.

Adrian L. M.

Tercera vez que voy a este restaurante. Servicio inmejorable.
La tortilla de patatas y la tarta de queso es lo mejor sin dudas.
Repetimos seguro!

Natalia J.

La barra y sus pinchos de tortilla, no necesitas nada más!

Fuimos un viernes sin reserva para comer un pincho de tortilla.

Nuestra recomendación es el pincho de tortilla de bonito y la tarta de queso!

Para dos personas con dos bebida, dos pinchos y la tarta de queso estábamos en 30€. Es elevado pero sin duda una experiencia que debe realizarse cerca de la gran via.

El personal muy amable, volveremos por el desayuno!

Olga ?.

Espectacular, lugar muy especial, tanto por la ubicación como por la comida y el servicio, toda la comida estaba deliciosa, sabrosa y en su punto, la atención exquisita. A destacar la tortilla con bonito que no la tenían en carta pero la hicieron para nosotros.