Casa Rural Ornitológica Boletas - Boletas Birdwatching Centre - Loporzano, Huesca

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Se trata de una casa de Turismo rural Nos dieron una habitación para una sola noche, con desayuno precio aparte. La habitación con muchas carencias para el precio que nos cobraron, 75 €. Muy poco espaciosa y con un recorrido para su acceso un tanto dificultoso. El desayuno muy básico.|No es recomendable

Pau C.

Nos hemos alojado dos noches en Casa Boletas!
Esther es una persona muy agradable y acogedora que desde el primer día ya nos explicó todo lo que podíamos hacer y nos indicó donde podíamos ir.
Habitación muy bonita y cómoda. Hemos dormido perfectamente bien y con mucha tranquilidad y silencio.
Hemos tomado el desayuno y la cena. Comida casera y de mucha calidad.
Ofrecen salidas ornitológicas y tienen una maravilla de biblioteca sobre ornitología! Ha sido nuestra primera estancia aqui y repetiremos seguro!!!

Sergio P.

Un gran sitio para pasar unos días. El sitio es acogedor, tranquilo y con fácil aparcamiento. Eso si, se encuentra en un pueblo de 40 personas donde solo hay una panadería aunque está a 10-15 minutos de Huesca y hay un Carrefour cerca. Esther, la dueña, muy atenta en todo momento y nos propuso varias rutas para hacer que la verdad fueron todo un acierto. Sin duda, un sitio al que volvería y recomendaría.

Susana G. B.

Nos hospedamos tan sólo una noche en Casa Boletas, y nos quedamos con ganas de más. La belleza de esta casa de piedra, con sus maravillosas vigas y arcos, sumado al cariño en la decoración y cada uno de los detalles hace de este lugar un verdadero hogar.
Esther se encarga de que todo esté a tu gusto a tiempo, y aunque la ausencia de Josele es palpable, su legado ha quedado atrapado entre los muros y sobrevive al tiempo.
Como buenos pajareros apreciamos la biblioteca y las maravillosas obras de arte que ilustran las paredes de cada estancia, por no hablar del concierto de cantos, trinos y gorjeos que se escucha en la terraza y el patio.
Nuestra habitación era enorme e incluía una cocina tradicional excepcionalmente conservada que le imprime un carácter especial e histórico.
El desayuno pajarero no pudo ser mas maravilloso, desde lo acogedor del comedor hasta el cariño que se degustaba en cada una de las cinco mermeladas caseras preparadas por Esther. El café excelente, la atención inmejorable y los sabores… hmmm deliciosos!
No sabemos cuando podremos volver pero ojalá sea pronto, poder disfrutar allí más días y seguir observando aves de la región.
Muchas gracias por la hospitalidad ☺️

Alfonso C. N.

Preciosa casa, muy tranquila y Esther una gran anfitriona. El desayuno muy rico.
Un placer haber estado allí.
Repetiremos.

Estibalitz R. A.

Precioso lugar y estancia.

Esther es una mujer muy atenta y agradable.
Ambiente muy familiar y cercano.

Las habitaciones son muy confortables en cuanto a servicio y comodidad. Muy limpias y confortables

Si quieres desconectar y estar en ambiente cercano, este es tu sitio.

Jesus M. L. C.

Estuvimos sólo una noche, pero sin duda repetiremos cuando vayamos por esa zona. Todo muy cuidado, las camas muy confortables y el desayuno excelente. Y lo mejor, el trato y el buen hacer de Esther, la propietaria. Un encanto de persona que te ayuda y te atiende más que perfectamente. Volveremos a vernos

Diana C.

Estuvimos una noche alojados en la habitación Añisclo. La habitación es pequeña pero bien distribuida y muy limpia. Olia muy bien cuando entramos.
Tiene un baño, también pequeño, con ducha, wc y un pequeño lavabo. Teniamos una toalla grande y otra de manos para cada uno.
Respecto a la cama, sábanas suaves de algodón y edredón nórdico. Almohadas de viscoelástica. Solo para mi, el colchón algo blando pues estoy acostumbrada a colchón duro. A pesar de ello, dormí bastante bien.

En una mesita en un rincón, disponiamos de un hervidor de agua, dos tazas y dos cucharas, además de una lata con un poco de azúcar. No hay infusiones pero yo siempre viajo con ellas.

Se entraba a través del patio. La unica ventana era la de la puerta pero daba luz suficiente. Y tiene una persiana.

En el patio habia dos perros y unos gatos pero se comportaban bien.

Muy buena la atención de Esther.
Sirve unos desayunos muy completos y también comidas si le avisas. No los disfrutamos asi que de esto no puedo opinar.

Para llegar a la casa rural hay que atravesar el pueblo. Hay calles algo estrechas. Si no, hay otro acceso bordeando el pueblo por un carril asfaltado pero algo en mal estado.

Recomendable si buscas tranquilidad y un lugar auténtico.