Bocoy - Bilbao, Biscay

Mª P. N.

Céntrico. Comida muy rica, no barata, pero merece la pena. Canelón de txangurro,chuletón y tarta manzana espectaculares. Camareros muy atentos y agradables. Muy bonito. Recomendable 100x100.

Pedro

Local no muy grande pero muy bonito en el centro de Bilbao, misma gerencia que el Bilbao Berri que esta enfrente. Todo lo que pedimos estaba muy rico y cocinado en su punto, buenas cantidades y buena presentación. Servicio del personal inmejorable. El precio; alto, como todos los del centro de Bilbao, pero no todos tienen esa calidad, para nosotros justificado. Repetiremos

Ander B.

Nos habían recomendado mucho el lugar, así que decidimos probarlo. Optamos por pedir todo para compartir, ya que los entrantes se veían muy apetecibles y nos llamaron la atención; fue todo un acierto. Disfrutamos mucho de la comida, el servicio fue excelente y el personal muy atento. Un sitio altamente recomendable. Es cierto que los precios pueden ser un poco elevados, pero vale la pena por la calidad y la elaboración de los platos.

Cogitationis P. N. P.

Cena en ambiente relajado y bien atendidos en su terraza. He echado de menos que nos informasen de los platos fuera de carta, pues eso restringe mis opciones en la elección, a los comensales de al lado se les informó y a nosotros no. El zortziko escaso en cantidad. El bonito con tomate abundante, las patatas que lo acompañaban no me gustaron. En general estuvimos muy a gusto, pero la comida no era brillante teniendo en cuenta el precio.

Toni G.

Hemos pedido puerros, croquetas, carpaccio y rape para dos personas. Espectacular el cuidado de los platos, la variedad de sabores y su equilibrio. Las raciones son generosas.
Nos ha encantado tanto la comida como el trato recibido. Nos ha atendido Oihane recomendándonos y acertando al 100%. El cocinero, Alex, es una auténtica pasada.
Saben cuidar del cliente.
Volveremos seguro.

Allende H.

Hemos estado hoy cenando y nos ha encantado. Creo que la calidad precio es excelente y el servicio que hemos tenido de los camareros también ha sido positivo. Estoy segura que volveremos. Hemos ido un grupo de seis amigas y hemos pedido todo para compartir.

olalla G.

No puedo sacar un pero a esta visita. El servicio súper amable y la comida espectacular. El precio alto, estilo Bilbao, pero buen producto cocinado de la mejor manera.
Boletus a la plancha para empezar y chipis para seguir, maravilla. Especial mención al punto del pescado. Tanto la merluza como la ijada de bonito estaban perfectos.
Los postres elegidos fueron la tarta tatín y el canutillo, no sabría con cuál quedarme, los dos estaban para rebañar el plato.
Volveré seguro.

Aitor N.

Fantástica experiencia gastronómica en la que utilizan productos de calidad de toda la vida para elaborar platos de cocina moderna. Se sitúa en pleno centro de Bilbao y a pesar de ser un local pequeño, hay espacio suficiente para comer comodamente; además, es elegante, bonito y acogedor. El servicio y la atención al cliente son muy buenos; especialmente destacaría la amabilidad y profesionalidad del personal en todo momento.

La carta es amplia y ofrece opciones diferentes para todos los gustos. Nosotros comenzamos con unos entrantes y el primero fue el Micuit de pato; no tenía un sabor muy intenso, pero la combinación que hacia con la mermelada de bacon, la trufa, la salsa de boniato y el pan de maíz con aceite era espectacular. Continúanos con los puerros confitados a los que la vinagreta de nuez les daba un toque genial porque era bastante suave; muy ricos. Las piparrras y los perretxicos salteados (ambas opciones fuera de carta) fueron normalitos, probablemente los hubiera cambiado por probar otra cosa. Sin duda el mejor entrante, el canelón de txangurro; sencillamente una mezcla de sabores y texturas de 10.

Como principales probamos un plato de pescado y otro de carne. El Zortziko de pescados me sorprendió gratamente ya que la salsa/caldo tenia mucho sabor y los pescados estaban en su punto perfecto. Un plato muy bueno y recomendable aunque a pesar de ello, me quedo con el tubo de pasta filo; nunca había probado el rabo de esa forma y no defraudó. Destacaría la jugosidad de la carne y sobretodo la combinación de ingredientes del plato; una maravilla.

Los postres fueron bastante originales. Por un lado el capricho de plátano, que era un plátano asado y caramelizado relleno de crema de queso con caramelo, tenia un sabor curioso pero que acompañado del rico helado de Ikigai era genial. El graten de piña, se asemeja mucho a unas natillas con toque a dicha fruta caramelizada; eso si, unas natillas bastante liquidas y riquísimas.

Diría que el precio de algunos platos es algo elevado; sin embargo, se ve claramente el trabajo que hay en las elaboraciones y que el producto es de calidad. La experiencia merece la pena, y nosotros volvemos seguro!