Restaurante Casa Martell - Sta Brígida, Palmas

Inmaculada

Un restaurante con mucho prestigio no hace mucho.
Ha caído la calidad en todos los aspectos: en la comida, en el servicio,… y el precio mucho más elevado que poco tiempo atrás.
Antes, hablar de Martell era hacer referencia a un templo gastronómico que lleva el producto de proximidad por bandera.
El local en sí tiene su encanto y se conserva tal cual, pero la comida, que es lo más importante, me ha decepcionado. No incluyo el postre en las fotos porque fue un polvito uruguayo “malo”, nada equilibrado…
No sé si le daré una nueva oportunidad (porque ya han sido dos veces en este plan), pero bueno, cuestión de gustos.
Relación calidad/precio, no se corresponde.

Guillermo J. B. S.

Sin duda un restaurante que hay que visitar, buen trato, buen servicio , y muy buena comida en un entorno inmejorable, rodeado de un museo muy canario espectacular, volveremos sin duda. Muchas gracias Sr Martel.

Dianosh D.

Casa Martell fue mas bueno antes de esto año. Un pan pequeño que debe ser incluido cuesta 2 €. Las calabazas non son incluidas como antes. Las patatas con la carne cuestan extra. Creo que Señor Castell debería ser como antes. Desafortunadamente un robo!!!

Martin M. G.

La comida muy básica sin más y carísima, vean el tique. La ración de pimientos, no eran de piquillo, es un pimiento morron abierto a la mitad miren el precio.
La guarnición en este caso el calabacín y las papas no las pedimos y nos las cobraron. Desde mi punto de vista encima de caro te ponen y te cobran cosas que no has pedido. El cochino estaba bueno sin más.
El cordero también estaba bueno pero la ración es mínima, un trozo de pata medio desmigajado y vean el precio.
El postre es una sola torrija que no deja de ser una rebanada de pan duro 10€.
En fin una pena pero para no volver. Además salimos con sensación de que nos habían engañado.
Como consejo si aún deciden ir después de leer esto, traten bien los precios antes de nada.
Gracias

Alby S.

DECEPCIONANTE!!!
Llevaba años queriendo venir a este restaurante. Mejor me hubiese quedado en mi casa. Para empezar, está bien que decores con antigüedades, pero eso no significa que estén todas sucias. En cuanto a la comida, una estafa la verdad, precios super caros para la comida que ofrecen.
Pedimos butifarras (14€), que supuestamente elaboran en el restaurante, MENTIRA. Butifarras cortadas en trozos pequeños calentadas a microondas (se escucha calentarlo desde el comedor) y servidas en una salsa viscosa y dulce. La verdad que no merece nada la pena pagar ese dinero. Y lo más que nos sentimos estafados, es el SUPUESTO "cochino negro (ni de coña) confitado". Para empezar, si realmente usaron la técnica del confitado, cosas que dudo, no saben realizarla. Un confitado proporciona una carne muy muy melosa, casi como una baba en la boca que se deshace simplemente metiéndola en la boca. Lo que nos sirvieron, con un precio de 17,60€, es una tapa, de cerdo asado y destrozado que estaba seco y correoso. A esto hay que sumarle que lo sirven sin guarnición, pues las papas que pedimos 5€ una bandejita pequeña. Total del plato 22,50€.
Entramos a las 21:00 y salimos a las 22:05. Éramos los únicos en el restaurante, no entró nadie más. Después entendimos el por qué.
Deberían darle un giro de tuerca a lo que ofrecen en el restaurante.

Pd: Es la primera vez que veo las lentejas, crema de berros, carbanzada, y demás platos de cuchara a 12€ la ración. De locos la verdad.

Jordi M.

Un lugar excepcional lejos de los típicos restaurantes de la isla. Personal autóctono que preparan platos típicos de gran calidad. Excepcionales postres caseros en un entorno digno de museo. Precio calidad un diez.

Carlos C. B.

Es un lugar con un buen ambiente, espectacular decoración y aún mejor servicio.
La atención es muy detallista y se enfocan en satisfacer el cliente.
Gran parte del menú es especial del restaurante, y los platos que hemos probado fueron bien hechos y con buen sabor.
Muy buenos precios también!

Saul M. S.

El Cordero y los cabacines fue lo que probé yo y estaba buenísimo, lo recomiendo .
Además de la comida, Martell muy atento a todo el mundo como siempre. Por otro lado, el ambiente es espectacular parece que estás en un restaurante antiguo, además como no se coge mucha cobertura te desconecta de todo el mundo, por lo que hay una tranquilidad impresionante.
Sin duda para mí, es el mejor restaurante de la isla, volveré muy pronto.